La intoxicación por plomo puede causar daños graves y duraderos a su hijo.
Es importante tomar precauciones para asegurarse de que su bebé no esté expuesto al plomo. Incluso pequeñas cantidades pueden causar un coeficiente intelectual más bajo, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta. No todos los niños expuestos al plomo muestran los mismos síntomas y es posible que los padres crean que algunos de los síntomas no se relacionan con intoxicación por plomo. Algunos niños pueden tener dolores de cabeza, dolores de estómago, disminución del apetito o problemas para dormir. Otros niños pueden parecer hiperactivos o irritables.
Las fuentes de exposición al plomo varían. Las madres que han estado expuestas al plomo pueden transmitir esto a sus bebés durante la lactancia. Los niños pueden respirar el plomo en el polvo o tragarlo. Las fuentes comunes incluyen pintura a base de plomo, juguetes o crayones, algunos remedios caseros para la salud y plomo en la tierra. Los padres deben investigar un poco para determinar si se encuentran en un área de alto riesgo de intoxicación por plomo y tomar las medidas adecuadas para mitigar el peligro.
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